lunes, 4 de julio de 2011

Sociedad de la Información

LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN


La Revolución Tecnológica en la que estamos inmersos hoy, está caracterizada, principalmente, por el surgimiento de las Nuevas Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TIC's), principalmente Internet, y cómo dichas TIC's encuentran acomodo en los distintos órdenes: económico, social, jurídico, político y cultural.

Esta revolución tecnológica está configurando nuevamente la sociedad de manera particular y totalmente diferenciada de lo conocido hasta hoy; muchos estudiosos de este fenómeno no dudan en afirmar que no sólo no estamos próximos al fin de ciencia y la tecnología sino que parece que nos encontramos en la cúspide de uno de los períodos históricos más trascendentales en lo que a avances tecnológicos se refiere.
Para comprender mejor la Sociedad de la Información en la que vivimos hoy, la misma que se está configurando velozmente, gracias a las irrupción de las nuevas tecnologías, diremos con Campuzano Tomé que podemos definir la sociedad de la información como un nuevo modelo de organización industrial, cultural y social, caracterizado por el acercamiento de las personas a la información a través de las nuevas TIC’s.
Alejandra Castro Bonilla nos dice que la Sociedad de la Información es una entidad autónoma reconocida en el ámbito internacional como …"una organización virtual generada por las innovaciones de la Informática y la comunicación en la convergencia de ambas tecnologías. Sostiene que se trata de un nuevo orden social derivado de la revolución tecnológica de finales del siglo XX y principios del siglo XXI".
Por su parte, Lucas Marín, en su obra La nueva sociedad de la información. Una perspectiva desde Silicon Valley, citado por Castro Bonilla, caracteriza a la Sociedad de la Información como una sociedad donde:
  • Se modifica la distribución de la fuerza de trabajo, con un crecimiento de profesionales dedicados al uso de la información y una disminución de trabajadores en la agricultura.
  • Disminuye la jornada laboral por la flexibilidad de horario y ubicación que ofrecen las nuevas TIC’s.
  • Se abandona la producción tradicional de bienes y servicios para manipular símbolos que crean y procesan información.
  • El Poder se liga a la información y al conocimiento ( no a la tierra ni a la industria), para generar innovación y producción eficiente.
  • Adquieren importancia las innovaciones tecnológicas en todos los ámbitos.
Por su parte, Trejo Delarbre nos ofrece otra descripción de la Sociedad de la Información a través de los siguientes diez rasgos que, según él, la caracterizan:
  • Exuberancia: Por la apabullante y diversa cantidad de datos existentes hoy.
  • Omnipresencia: Porque los nuevos instrumentos de información y sus contenidos están por doquier.
  • Irradiación: Por la relatividad de las distancias físicas de hoy.
  • Velocidad: Por la comunicación instantánea.
  • Multilateridad/Centralidad: Porque se puede recibir información de todas partes y porque ésta puede hallarse concentrada en unos cuantos lugares.
  • Interactividad/Unilateralidad: Porque los nuevos instrumentos para propagar información permiten que sus usuarios sean no sólo consumidores sino además productores de sus propios mensajes.
  • Desigualdad: Porque no todos tienen acceso a las nuevas tecnologías de la información.
  • Heterogeneidad: Por la existencia de una multiplicidad de actitudes, opiniones, pensamientos y circunstancias existentes en cada sociedad y que se manifiestan a través de Internet.
  • Desorientación: Por el agobio que causa saber que existe mucha información hoy disponible.
  • Ciudadanía pasiva: Por la prevalencia del consumo sobre la creatividad y un mayor intercambio mercantil sobre el intercambio de conocimientos.
Debemos reconocer, sin lugar a dudas, que las nuevas tecnologías o TIC’s han revolucionado la vida y el comportamiento del hombre en el mundo de hoy. Su aplicación en diversos ámbitos de la actividad humana ha logrado acortar distancias, reducir el tiempo y, fundamentalmente, ampliar las fronteras del conocimiento.
Hoy, muchos coinciden que la aplicación de las nuevas tecnologías en campos tan vastos y diversos del quehacer humano ha generado un estado de bienestar mayor en relación a épocas pasadas de la historia del hombre.
Así, en la Declaración de Principios de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información celebrada en su primera fase en Ginebra el 10 al 12 de diciembre de 2003, los representantes de los pueblos del mundo manifiestan que son concientes que, en condiciones favorables, estas tecnologías pueden ser un instrumento eficaz para acrecentar la productividad, generar crecimiento económico, crear empleos y fomentar la ocupabilidad, así como mejorar la calidad de la vida de todos. Pueden además, afirman, promover el diálogo entre las personas, las naciones y las civilizaciones.
Son concientes también que la capacidad de las TIC’s para reducir muchos obstáculos tradicionales, especialmente el tiempo y la distancia; posibilitan, por primera vez en la historia, el uso potencial de estas tecnologías en beneficio de millones de personas en todo el mundo.
Reconocen que las aplicaciones de las TIC’s son potencialmente importantes para las actividades y servicios gubernamentales, la atención y la información sanitaria, la educación y la capacitación, el empleo, la creación de empleos, la actividad económica, la agricultura, el transporte, la protección del medio ambiente la gestión de los recursos naturales y la prevención de catástrofes.
Por su parte, Miguel Osset sostiene que las nuevas TIC’s han abierto inmensas posibilidades de intercambio de información y conocimientos, modificando hábitos privados, comerciales, culturales y sociales. Afirma también, que: … El impacto real y los beneficios sobre nuestras vidas como resultado de la aplicación de estas tecnologías son evidentes (telemedicina, teletrabajo, mayores oportunidades para los discapacitados físicos, nuevas y más efectivas formas de participación democrática y de interacción con las administraciones, etc....).
La realidad hoy nos muestra que una adecuada aplicación y uso de estas nuevas tecnologías contribuyen a resolver muchos de los problemas de la vida humana en el siglo XXI y, por lo tanto, a una mejor calidad de vida.
Como lo afirma Bustamante Donas, "hablar de calidad de vida y no mencionar a la tecnología es como hablar del desierto sin mencionar la arena". Si la información es poder, dice, la tecnología puede ser una poderosísima infraestructura de liberación para el hombre.
Pero, así como se reconoce la enorme contribución de las nuevas tecnologías en la solución de diversos problemas humanos, también se advierte sobre el mal uso que pueda hacerse de ellas.
Las TIC’s, como instrumentos, pueden ser utilizados para el bien o para el mal como lo afirma Jorge Vanossi, citado por Marcela Basterra. También Vittorio Frosini sostiene que el progreso tecnológico puede ser portador de bienes o males, según lo oriente la voluntad humana.
Polaino-Lorente afirma que el progreso científico no siempre se superpone o coincide con el bien del hombre, sino que, en ocasiones, hace posible la paradoja de que el progreso científico genere un regreso humano.
Por su parte, Francis Fukuyama nos dice que uno de los motores básicos del proceso histórico humano lo ha constituido el desarrollo de la ciencia y la tecnología, pero que no existe garantía de que la tecnología dé siempre resultados positivos, pues afirma que muchos avances tecnológicos del pasado redujeron las libertades humanas.
Cita como ejemplos el desarrollo de la agricultura que propició el surgimiento de grandes sociedades jerárquicas e hizo que la esclavitud fuese más factible que en tiempos de los cazadores – recolectores o la invención de la desmotadora de algodón que hizo que en el sur de Estados Unidos surja la institución de la esclavitud.
Al respecto, Bustamante Donas manifiesta que no podemos separar las potencialidades de la tecnología de las voluntades de las personas que la promueven; dice que una utilización perversa de dicha tecnología implicaría un menoscabo de las libertades públicas civiles, en la disminución de los estándares de vida y un desequilibrio cada vez mayor entre poder personal y poder institucional.
Nos recuerda que si analizamos la historia de la tecnología, podremos darnos cuenta cómo habitualmente en su evolución ha jugado a favor de los poderes constituidos. Como una encarnación, dice, de los intereses de aquéllos que la promueven.
Finalmente, afirma que se podría decir que la tecnología ha sido siempre, al igual que la guerra, una prolongación de la política por otros medios.
Fue Ulrick Beck quien introdujo y popularizó el concepto de sociedad de riesgo, pues, para él, en nuestros días estamos viviendo en una sociedad de alto riesgo ya que la tecnología actual ha creado nuevas formas de riesgo e impone una peligrosidad cualitativamente distinta a la del pasado.
Se afirma que convivir con el riesgo plantea, a las sociedades contemporáneas, importantes problemas que merecen atención inmediata como, por ejemplo, la elaboración de políticas públicas encaminadas a la regulación del riesgo; dado que muchos riesgos tecnológicos actuales no respetan las fronteras nacionales, surgen problemas también relativos a la coordinación internacional.
Sobre los riesgos a los que estamos expuestos en la Sociedad de hoy, Osset manifiesta que junto a los beneficios y promesas de la aplicación de las nuevas tecnologías también surgen las dudas y los temores y se pregunta: ¿Cómo afectan las nuevas tecnologías y el explosivo intercambio de datos que permanentemente se produce a nuestro alrededor a derechos como el de la intimidad o la preservación de nuestra vida privada? ¿Cuáles son los riesgos reales? ¿Qué ganamos y qué perdemos con ello? ¿Cómo proteger la vida privada de las personas en un entorno en el que la acumulación de datos relativos a ellas es continuo?
Sobre este tema, Alfredo Chirino Sánchez, citando a Krempl Stefan, nos dice que la apertura de las informaciones, a través de las nuevas tecnologías de la comunicación enfrenta al individuo a numerosos riesgos de perder su intimidad y privacidad, a convertirse en un ciudadano de cristal, transparente al escrutinio y al control desenfrenado.







ALUMNA: KATY OROZCO VALDIVIA

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