martes, 28 de junio de 2011

NOMBRES DE DOMINIO

                                                             LOS  DOMINIOS

 surgen como una herramienta para simplificar el acceso a los ordenadores que componen la Red. Gracias al sistema de nombres de dominio, se hace posible la identificación de los ordenadores en Internet. Técnicamente, un dominio es una forma sencilla de localizar un ordenador en Internet, pero sobre todo es la garantía de nuestra identidad. Al igual que en el mundo real tenemos diferentes formas de identificarnos, como puede ser el DNI, en Internet el dominio constituye el principal medio de identificación.

El dominio actúa como dirección de la empresa. Los dominios tienen una doble naturaleza: como dirección para localizar un ordenador en Internet y como marca, para identificar una empresa sus productos y servicios. Uno de los aspectos más importantes de los dominios es que son únicos. Es imposible que dos personas u organizaciones tengan simultáneamente la misma dirección, por lo que la evolución de Internet desde sus planteamientos científicos y académicos hacia una Red comercial hace que esta segunda naturaleza haya adquirido una mayor importancia para competir en mercados globales.
El dominio ayuda a crear y promover la identidad de la empresa en Internet. Establece un punto de contacto con millones de usuarios y personaliza a la empresa frente a sus competidores.

1.1. Cómo ha funcionado el sistema de dominios.
La identificación de todos los ordenadores en Internet se realiza mediante la dirección IP, un grupo de números único a nivel mundial. Los ordenadores reconocen los números que corresponden a usuarios finales. Por esta razón se creó el sistema de nombres de dominio, DNS (Domain Names Service), que es un sistema jerárquico de conversión de nombres en direcciones IP, que son las que finalmente utilizan los ordenadores.

Tradicionalmente, las empresas (registradores) que han realizado las labores de intermediación del registro de dominios genéricos han sido los ISP´s, que ofrecían este servicio como un valor añadido a sus productos y servicios tradicionales. A lo largo de los años noventa comienzan a aparecer empresas especializadas en gestión de registros que no solo realizan la mera intermediación ante los registros, sino que también ofrecen servicios relacionados con la protección de marcas.

1.2. Comienzan los problemas.
Cuando la Red dejó de ser exclusivamente utilizada por instituciones académicas y científicas, para ser usada con un carácter comercial, el nombre de dominio se convirtió en otro medio de identificación de iniciativas empresariales y comerciales que ya existían en el mundo real. Numerosos "piratas" se dedicaron, entonces, a registrar como nombres de dominio conocidas marcas, por lo que surgieron numerosos conflictos derivados de la existencia de marcas mundialmente famosas. El primero en llegar, el más rápido en registrar la palabra más sencilla, tenía ya varios pasos recorridos en la carrera para ganarse el favor del público. Sin embargo, la exclusividad de los dominios pronto generó problemas. Muchas compañías y particulares de reconocido prestigio llegaron tarde al registrador.

Uno de principales problemas que acontecen con los dominios, son los derivados de decidir la jurisdicción competente para resolver algunos de los conflictos que surgen. Este tipo de problemas revela la necesidad de adoptar una regulación Internacional en cuanto a nombres de dominio.


Tras la propuesta de CORE, distintas presiones y acciones de lobby propiciaron que el gobierno americano a plantear en 1998 en un documento conocido como Libro Verde: un nuevo sistema de registro de dominios genéricos  que se basa en la creación de cinco nuevos registros, gestionados por entidades sin ánimo de lucro. Este documento no tuvo en cuenta las iniciativas de la comunidad internacional de Internet, radicalmente distintas a las soluciones propuestas por EE.UU. (un único registro y un número elevado de registradores actuando en competencia). El Libro Verde, del Departamento de Comercio de EE.UU., expresaba sus intenciones de tomar control de los recursos compartidos de Internet (dominios y direcciones numéricas) y establecía un modelo en el que se mantenía el monopolio de la empresa norteamericana Network Solutions sobre los dominios genéricos ".com", ".net" y ".org" y se creaban nuevos monopolios para nuevos dominios, dando preferencia sobre estos a compañías tecnológicas americanas sobre las del resto del mundo

La polémica fue adquiriendo un carácter político, derivando en una pugna entre los Estados Unidos y la Unión Europea por una distinta visión del control de Internet que Estados Unidos pretendía mantener, mientras que la Unión Europea abogaba por la internacionalización de la Red, basada en un control del sistema compartido por la IANA, NSF, DARPA y la empresa Network Solutions (Internic). En la solución propuesta por la UE, los conflictos se resolverían en los tribunales o según las normas impuestas por Network Solutions. El cliente o interesado en registrar un dominio lo registraría directamente en Network Solutions (que poseería el control de la base de datos de los dominios .com, .net y .org.) o bien a través de empresas especializadas. En cualquier caso, Network Solutions aceptaría o no la solicitud, tras comprobar que el dominio estuviera libre. En caso de conflictos sería necesario acudir a Network Solutions en primera instancia.

El Libro Verde de EE.UU. fue un duro golpe para los internautas y para gran cantidad de gobiernos. Todos ellos reaccionaron de forma contundente, especialmente la Unión Europea. Cientos de críticas fueron enviadas al Departamento de Comercio de EE.UU. por gobiernos, asociaciones y empresas, y por la propia Unión Europea  Después de la polémica generada en torno al Libro Verde, el Gobierno americano publicaría un nuevo documento rectificado sobre la política para la gestión de los dominios en Internet, su Libro Blanco.

En el Libro Blanco, los EE.UU. renunciaban a tener derechos prioritarios sobre Internet y permitían a la Comunidad de Internet que se reorganizara ella misma, aunque mantenía la asignación de poder otorgada a Network Solutions, que conservaría los dominios de primer nivel en régimen de monopolio. El Libro Blanco tampoco expresaba con claridad cuál era la jurisdicción a la que se debía acudir en caso de contenciosos sobre el tema de dominios

Lejos de abogar por un sistema internacional de arbitraje, promovido por la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual), seguía manteniendo la jurisdicción del país en el que residía el registro.

La solución estadounidense, a través de su White Paper, consistía en que el cliente debería registrar su dominio en cualquiera de los registradores existentes y Network Solutions actuaría como un registrador más, estableciéndose diferencias entre los registradores (empresas que registran dominios) y el registro, que dependería de una entidad sin ánimo de lucro. En este sistema, los registradores enviarían las solicitudes al registro específico para cada dominio y Network Solutions seguiría disponiendo de la base de datos de los dominios .com, .net y .org.

El resultado final del Libro Blanco fue que la Comunidad Internet crearía una nueva entidad sin ánimo de lucro que continuaría las funciones de IANA (Internet Assignment Number Authority), que hasta ese momento había coordinado el reparto de direcciones numéricas en Internet y la gestión de dominios. La Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (ICANN) fue creada en 1998 por el gobierno Clinton con el fin de asumir las funciones de control del sistema de nombres de dominio (DNS) y de asignaciones de direcciones IP. Hasta entonces, el control de las direcciones de Internet había sido responsabilidad de la IANA (Internet Assigned Numbers Authority).

Con el nacimiento de ICANN se produce la primera cesión de soberanía de los gobiernos nacionales a favor de un organismo de carácter privado. El ICANN es una entidad privada sin ánimo de lucro con domicilio social en el estado de California (EEUU). De esta forma, y a través de un contrato con el Ministerio de Comercio estadounidense (Department of Commerce), firmado en noviembre de 1998, comienza a gestarse el traspaso de poder desde el Gobierno de EE.UU. hacia una organización privada. En principio, las tareas del ICANN debían ser puramente técnicas:
- Preservar la estabilidad de Internet.
- Promover la competencia.
- Alcanzar la mayor representatividad posible.
- Coordinar las políticas mediante consenso entre todos los estamentos del sector privado.
Sin embargo, solo la primera (preservar la estabilidad de Internet) era puramente técnica. Esta dispersión de sus funciones técnicas ha provocado que el tiempo haya arrastrado al ICANN a un callejón sin salida, pese a su voluntad inicial de transparencia. Los 19 miembros del consejo de dirección procederían de organizaciones técnicas, empresas, gobiernos y entidades sin ánimo de lucro, pero en ningún caso podrían presentarse para ocupar ese cargo los internautas de a pie, por lo que la transparencia anunciada en el White Paper del gobierno estadounidense estaba lejos de alcanzarse. Abrumado por la presión de los grupos empresariales, la totalidad de los miembros del ICANN eran elegidos por consenso entre la "oligarquía" técnica de Internet. El procedimiento fue acusado de antidemocrático en un informe conjunto del Centro para la Democracia y la Tecnología (CDT) y de la organización Common Cause, por lo que el ICANN, en su cumbre de El Cairo del mes de marzo, decidió cambiar las bases del proceso electoral.
Entre las funciones inicialmente asignadas al ICANN estaba la de promover la competencia en el seno de la Red. A este fin, el ICANN negoció con Network Solutions, (que había gestionado y mantenido las bases de datos y los servidores DNS para los dominios .com, .org y .net. desde 1992 hasta 1998). También consiguió ampliar el número de registradores, lo que abarató notablemente los gastos de registro.
Pero el ICANN tuvo que ir más allá de sus funciones de coordinación y administración del sistema de nombres de dominio y de la asignación de direcciones IP. El Gobierno estadounidense encargaría a finales de 1998 a la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) la elaboración de una propuesta de un sistema de resolución de conflictos. En octubre de 1999 fueron aprobadas por ICANN las normas que debían seguirse en los procesos de resolución de conflictos de nombres de dominio. Fue entonces cuando ICANN decidió intervenir en la resolución de los conflictos de nombres de dominio y en la elección de nuevos dominios de primer nivel, conflictos más políticos que técnicos.
La aplicación de la Política Uniforme de Resolución de Disputas de Nombres de dominio (Uniform Dispute Resolution Policy) le ha valido al ICANN la acusación de favoritismo hacia las grandes compañías y registradores de marcas. La elección de los siete nuevos dominios de primer nivel se convertiría en un proceso alocado y poco transparente. Los titulares de las marcas habían registrado prioritariamente sus dominios antes que el público, con lo que se conseguía impedir el acceso de los particulares (que quizás tendrían tanto derecho como las compañías) a registrar nombres de dominio.

El ICANN hubo de decidir sobre la ampliación de los dominios, algo que trascendía sus originarias funciones técnicas y administrativas para adentrarse en intereses económicos y legales. El ICANN se planteó la posibilidad de ampliar el número de dominios de mayor nivel (Top Level Domains).


El proceso se abrió en agosto del 2000, y el período de aceptación de propuestas se extendió del 5 de septiembre al 2 de octubre. Al final se recogieron propuestas de 47 compañías o entidades para gestionar nuevos dominios genéricos (cada una de ellas tuvo que pagar una cuota a fondo perdido de 50.000 dólares, lo que cerró las puertas a muchos organismos sin ánimo de lucro). En la lista de propuestas destacaban las de Networks Solutions y Register.com, los dos registradores con más poder del mundo, que unidos en un consorcio de registradores (Afilias) abogaban por la creación de tres nuevos dominios (".info", ".site" y ".web"). Con el objeto de contar con el apoyo de las principales compañías del mundo, el consorcio abrió un plazo de 60 días, previo al comienzo de asignación de nuevos dominios, para que los presuntos titulares de marcas (sobre todo, empresas estadounidenses) pudieran registrar sus dominios en una flagrante situación de ilegalidad.

Esta ampliación de dominios de mayor nivel sería la primera, desde mediados de los años 90, cuando hicieron su aparición los hasta ahora más populares dominios (".com", ".net", ".org"). Las nuevas terminaciones eran .biz (para los negocios), .info (para los sitios informativos), .pro (para los dedicados a las actividades profesionales), .museum (para las organizaciones culturales), .aero (para viajes on line), .corp (para corporaciones, y .name (para la administración de los propios dominios). El ICANN trataba de buscar con esta medida nuevas alternativas para los dominios .com, utilizados por millones páginas web. Las grandes multinacionales, bancos, firmas de valores, medios de comunicación y equipos deportivos se reservaban, de esta manera, el derecho de poder registrar los nuevos dominios con los sufijos adicionales, recién aprobados, para luchar contra los "ciberokupas" (personas que registraban nombres de dominio de marcas que no les pertenecían para venderlos posteriormente). Además de decidir los nombres, el ICANN decidiría qué compañías tenían los derechos para vender y otorgar estos nuevos dominios.
En medio de este proceso, el ICANN, contraviniendo su política transparente de asignación de dominios a países, le concedió a la Unión Europea el dominio ".eu". De esa manera, el ICANN había extralimitado sus funciones al crear doctrina en materia de conflictos sobre marcas, pues era algo que debían resolver las legislaciones nacionales y los convenios internacionales
1.3. Situación actual: ¿Solución transparente o vigilada?En la actualidad, el sistema de dominios cuenta con un comité rector oficial. El comité (Names Council) define la política a seguir por el sistema de dominios y sí se añaden o no nuevos dominios de primer nivel al sistema. El comité, que forma parte de ICANN, se encarga de mantener la estabilidad del sistema de dominios a la vez que asegura un crecimiento ordenado y la igualdad de derechos para usuarios de todo el mundo. De todos los comités de ICANN, el de nombres de dominios (Names Council) ha sido el más complicado, ya que la empresa norteamericana Network Solutions, que mantenía el monopolio de registros de primer nivel (".com", ".net" y ".org") finalmente ha tenido que ceder su poder al nuevo comité.
Libre de la presión de Network Solutiosn, el Comité estudia las recomendaciones de la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) para la asignación de los dominios. El objeto de estas recomendaciones es asegurar que usuarios de todo el mundo tengan los mismos derechos sobre los dominios, sin prioridades, a la vez que se protege a estos usuarios de "ciberokupas" que reservan dominios con los nombres de grandes empresas, para exigirles posteriormente importantes cantidades de dinero

PEDRO ROMERO GAMARRA  AULA 403

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